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Planificar y ahorrar desde joven el mejor colchón
01/12/2017
El trabajador por cuenta
propia debe asesorarse
bien si le conviene subir
su base de cotización o
dedicar dinero a un plan
privado de cara a su retiro.
Pedro, pintor, trabajó
por cuenta ajena hasta
que hace 10 años se
hizo autónomo, cotizando
siempre por la
base mínima; se retiró
en 2015, a los 65; le ha quedado una
pensión de menos de 600 euros. ¿Hecho
aislado o problema generalizado?
"Es cierto que ocurre en muchos casos”,
lamenta Celia Ferrero, vicepresidenta
ejecutiva de la Asociación de
Trabajadores Autónomos (ATA), que
detecta un ligero aumento de la cuantía
de estas pagas en los últimos años,
de unos 651 euros a los 882 euros que
percibe la gente que se está jubilando
ahora. Aun así, "siguen siendo un 40%
más bajas que las de los asalariados”,
recuerda. Para atajar la diferencia solo
cabe que el trabajador por cuenta
propia prepare la jubilación con tiempo,
subiendo las cuotas a la Seguridad
Social o contratando un plan privado
de pensiones. Pero cuanto antes. "Llevamos
muchos años intentando concienciar
a colectivo, y no solo por el
futuro, también por las posibles contingencias
presentes”, insiste Ferrero.
"En general, entre los españoles no
existe una cultura arraigada de previ-
Planificar y ahorrar desde
joven, el mejor colchón
sión y ahorro a largo plazo, incluida la
jubilación. El colectivo de autónomos
no es una excepción, y muchos optan
por la cotización mínima”, declara
Wolfgang Kania, responsable de Fondos
de Inversión y Planes de Pensiones
de Deutsche Bank España. Una decisión
que, en su opinión, se toma a veces
sin estudiar las consecuencias de
cara al futuro. "Es recomendable analizar
a fondo qué pensión se va a percibir
tras jubilarse y así decidir con datos
sobre si conviene subir la base de
la cotización o dedicar al ahorro privado,
o una combinación de ambas opciones”,
comenta Kania, que exhorta al
colectivo a plantearse, como punto de
partida, una serie de preguntas: ¿tendré
hipoteca?, ¿se habrán emancipado
mis hijos?, ¿cuáles serán mis gastos
corrientes?, ¿cómo quiero que sea mi
vejez si termino siendo dependiente?
Base de cómputo
La respuesta a estas preguntas habrá de
cruzarse con el cálculo de la pensión
pública que le quedará al autónomo.
Actualmente, se basa en las cotizaciones
de los últimos 15 años, y la consigna
ha sido "incrementar a partir de los
42 años las cuotas a la Seguridad Social
hasta los 500 o 600 euros, y cotizar ininterrumpidamente
desde los 30”, según
recomienda en un artículo la web del
BBVA. Hasta ahora. A partir de 2025, la
base de cotización que se tomará pasará
a ser de los últimos 25 años (y en
2027 la edad para jubilarse subirá hasta
los 67 años). "La tendencia va a ser ir
ampliando hasta que el cálculo sea en
base a toda la vida laboral”, advierte Rafael
Pampillón, economista de IE Business
School. Sin olvidar que existe un
límite de pensión pública (que en 2017
asciende a 2.573,70 euros). Y, otra salvedad,
los mayores de 47 años no pueden
cotizar por esa paga máxima.
"Si los autónomos con ingresos altos
consideran que cotizando al máximo
no van a acumular suficiente capital
para mantener su estilo de vida, deberán
complementar esta pensión con
ahorro privado”, receta Kania. Si sus ingresos
no son estables, aconseja que en
los momentos pico dedique una parte
al ahorro a largo plazo. "Quien empieza
a ahorrar a los 50 años y aporta 100
euros por mes logra acumular 33.899
euros a los 67 años; el que comienza a
los 40 años, 67.597; y el que arranca a
los 30, 117.727. Con una estimación del
aumento anual del IPC del 2% y una
rentabilidad neta anual estimada, no
garantizada, del 3%”, pone como ejemplo
de su eficacia. ¿Forma de hacerlo?
Mediante planes de pensiones y, a modo
de complemento, otros productos
como fondos de inversión. "Como norma
general, la inversión en planes debe
ser más conservadora cuanto más
cerca esté del momento de la jubilación”,
subraya. Y siempre de la mano de
un asesor financiero, concluye.
El sistema más rentable
Para Pampillón, es la mejor solución,
porque, además, permite al ahorrador
desgravarse hasta 8.000 euros anuales,
o el 30% de "los rendimientos netos del
trabajo y de actividades económicas”.
Celia Ferrero, sin embargo, se decanta
por subir las cotizaciones a la Seguridad
Social. "Según estudios hechos
con Juan López Gandía [catedrático de
Derecho del Trabajo y de la Seguridad
Social en la Universidad Politécnica de
Valencia, miembro del Observatorio de
ATA y de la Cátedra del trabajo autónomo
de la Universidad de Valencia]
es el sistema más rentable”, manifiesta.
"Mucha gente lo ve como un impuesto
cuando, en realidad, es un seguro. Hay
autónomos capaces de asegurar su
coche a todo riesgo, pero no son conscientes
de la importancia de asegurarse
a ellos mismos, y a sus familias”, acota.
Los autónomos pueden cambiar su
base de cotización dos veces al año; a
partir de 2018, podrán hacerlo cuatro
veces, una por trimestre. Ferrero lo ve
como una buena oportunidad para que
estos profesionales vayan ajustando sus
cotizaciones a sus ingresos reales.
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